Las propiedades del coco son realmente sorprendentes, y nunca me dejo de maravillar de todo lo que puede aportar a la salud este alimento, que hace años para mí sólo tenía un uso: rallado para decorar postres. Sin embargo, es un tesoro alimenticio que vale la pena descubrir.
El coco es el fruto de la palma de coco (Cocos nucifera). De él se aprovecha todo, por fuera y por dentro. La cáscara peluda se utiliza como sustrato vegetal, mientras que la parte interior es comestible e incluye la pulpa del fruto y un líquido muy rico en electrolitos que se llama agua de coco. Además, con un mínimo procesamiento se puede obtener también una bebida vegetal (la «leche» o bebida de coco), y la fracción grasa, que es el aceite de coco.
Los cocos se han cultivado en regiones tropicales durante más de 4.500 años. En los últimos años ha aumentado su popularidad a nivel mundial por su sabor, usos culinarios y beneficios para la salud.
Si compras un coco entero, puedes tomarte el agua que contiene, que es un alimento excepcional, muy rico en electrolitos. También puedes comerte la pulpa cruda. Tiene una textura firme, fresca y crujiente, y un sabor delicioso y aromático, ligeramente dulce.
En forma procesada, generalmente lo encontrarás deshidratado y/o rallado, o convertido en harina, muy utilizada en preparaciones cetogénicas o low carb por su elevado aporte de grasa y proteína y bajo tenor de carbohidratos. El agua, leche y crema de coco también puede encontrarse envasadas, normalmente acompañadas de distintos aditivos.
Propiedades del coco en tu cuerpo: es altamente nutritivo
Una de las propiedades del coco es que, a diferencia de muchas otras frutas con alto contenido de carbohidratos, los cocos proporcionan principalmente grasa. También contienen proteínas, varios minerales importantes y pequeñas cantidades de vitaminas del grupo B. Sin embargo, no son una fuente importante de la mayoría de las otras vitaminas.
Los minerales presentes en el coco están involucrados en muchas funciones en tu cuerpo. Los cocos son especialmente ricos en manganeso , que es esencial para la salud ósea y el metabolismo de los carbohidratos, proteínas y colesterol. También son ricos en cobre y hierro, que ayudan a formar glóbulos rojos, así como a selenio, un antioxidante importante que protege tus células.
Gran parte de la grasa en el coco está en forma de triglicéridos de cadena media (MCT). Tu cuerpo metaboliza los MCT de manera diferente a otros tipos de grasas, absorbiéndolos directamente del intestino delgado y usándolos rápidamente para obtener energía. Una revisión sobre los beneficios de los MCT en personas con obesidad encontró que los MCT pueden promover la pérdida de grasa corporal cuando se consumen en lugar de grasas saturadas de cadena larga de alimentos de origen animal.
El coco puede beneficiar la salud del corazón
Los estudios han encontrado que las personas que viven en las islas polinesias y comen pulpa de coco con mucha frecuencia tienen tasas más bajas de enfermedad cardíaca que las que siguen una dieta occidental. Sin embargo, los polinesios nativos también comen más pescado y menos alimentos procesados, por lo que no está claro si estas tasas más bajas se deben al consumo de coco u otros aspectos de su dieta. Otro estudio en 1,837 mujeres filipinas encontró que aquellas que comieron más aceite de coco no solo tenían niveles más altos de colesterol HDL sino también niveles más bajos de colesterol LDL y triglicéridos.
El consumo de aceite de coco virgen puede reducir la grasa abdominal. Esto es especialmente beneficioso, porque el exceso de grasa abdominal aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca y diabetes. Un estudio en 20 personas con obesidad encontró que el tamaño de la cintura de los participantes masculinos disminuyó en un promedio de aproximadamente 3 cm después de consumir (30 ml de aceite de coco virgen diariamente durante 4 semanas. En un estudio más largo, las mujeres que consumieron 30 ml de aceite de coco diariamente durante 12 semanas experimentaron una reducción de 1.4 cm de su medida de cintura, en promedio.
Puede promover el control del azúcar en la sangre
Al ser bajo en carbohidratos y alto en fibra y grasa, otra de las propiedades del coco es que puede ayudar a estabilizar el azúcar en la sangre. Un estudio encontró que el coco tenía efectos antidiabéticos, posiblemente debido a su contenido de arginina. Este es un aminoácido importante para el funcionamiento de las células pancreáticas, que liberan la hormona insulina para regular los niveles de azúcar en la sangre.
Cuando un grupo de estudio con diabetes consumió proteínas de pulpa de coco, sus niveles de azúcar en la sangre, insulina y otros marcadores del metabolismo de la glucosa fueron mucho mejores que los que no comieron proteína de coco. Además, las células beta en su páncreas comenzaron a producir más insulina, una hormona que ayuda a regular el azúcar en la sangre. Los investigadores sospecharon que la función mejorada de las células beta también se debió a las altas cantidades de arginina que se encuentran en el coco.
El alto contenido de fibra de la carne de coco también puede ayudar a enlentecer la absorción de los azúcares, lo que también puede ayudar a regular los niveles de azúcar en la sangre.
Contiene poderosos antioxidantes
Las pruebas de laboratorio han demostrado que entre las más destacadas propiedades del coco está que tiene actividad antioxidante y de eliminación de radicales libres. Contiene compuestos fenólicos, que son antioxidantes que pueden ayudar a proteger las células del daño oxidativo. Los principales compuestos fenólicos identificados incluyen ácido gálico, cafeico, salicílicoy p-cumarínico. Los polifenoles pueden prevenir la oxidación del colesterol LDL, lo que hace que sea menos probable que se formen placas en las arterias que pueden aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca. Algunos estudios también han demostrado que los antioxidantes que se encuentran en el aceite de coco pueden ayudar a proteger las células del daño y la muerte causados por el estrés oxidativo y la quimioterapia.
Propiedades del coco en la cocina: es fácil agregarlo a tu dieta
El coco agrega un sabor agradable a los platos salados. Su textura y sabor funcionan bien en curry, guisos de pescado, arroces o rebozados.
El coco rallado es ideal para hornear y agrega un toque de dulzura natural y humedad a las galletas, muffins y bizcochos. agrega un poco de textura y sabor tropical a la avena. Mezclado con yogur, también es un delicioso refuerzo de calorías.
La harina de coco se usa para hornear como sustituto de la harina de trigo. No contiene gluten y es una opción popular para quien sigue una dieta sin gluten y/o baja en carbohidratos. Esta harina también es buena para aquellos que siguen una dieta paleo, que no permite el consumo de granos.
Además, el aceite de coco es altamente estable al calor y se puede usar para freír, hornear, saltear o asar.
Posibles inconvenientes
Debido a que son muy altos en grasa saludable, los cocos también son altos en calorías. Es importante que ajustes su consumo a tus necesidades particulares.
Aunque hay ya investigación sobre la relación positiva entre el consumo de coco y las enfermedades del corazón, debes consultarle a tu médico si tienes riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca antes de consumirlo en forma de suplemento.
Además, algunas personas son alérgicas al coco, aunque no es frecuente. Si tienes esta alergia, obviamente debes evitar consumir coco y todos sus derivados.
Este artículo es la transcripción del que publiqué en la revista Salud Diez.
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